¿QUÉ ES LA DIETA CRISTOGENÉTICA?
Una Dieta Cristogenética es un proceso de abstinencia en el que se reduce drásticamente el consumo de cualquier contenido al azar y se incrementa el consumo de contenido focalizado en la persona de Cristo. Esto lleva al entero ser del individuo a un enfoque Cristocéntrico al que le hemos llamado Cristogenética, en el cual el ser pecador pone de lado su propio yo, y se centra en la persona de Jesús, sus atributos, sus palabras, sus obras y su esplendor; lo que revitaliza y transforma su espíritu, alma y cuerpo gracias a la obra de Cristo.
La dieta Cristogenética busca sobre todo desintoxicar el cuerpo espiritual del creyente con un consumo alto en nutrientes de valor eterno y baja en contenidos tradicionales que solo aumentan al ego o a la figura humana. Después de llevar el cuerpo espiritual a los niveles cristogéntricos adecuados, la persona podría terminar la dieta, procurando siempre mantener un hábito de contenido saludable.
En este sitio encontraras todo lo que necesitas para llevar la Dieta Cristogenética que tu alma necesita. Te dejamos todo un menú de sermones, canciones, videos, audios, textos y recursos para que puedas alimentarte durante el tiempo que decidas llevar la dieta. Te recomiendo ver el proximo video para que entiendas un poco más.
CAUSAS Y CONSECUENCIAS DE LA OBESIDAD ESPIRITUAL
En la actualidad, las personas hablan a un ritmo más acelerado que en la década de 1950; nuestros pasos son más rápidos, y lamentablemente, el aumento de accidentes de tráfico se atribuye en parte al uso constante del teléfono móvil. En promedio, las personas pasan al menos 4 horas al día pegadas a sus dispositivos, a veces incluso más. La eficacia laboral se ve interrumpida aproximadamente cada tres minutos debido a las notificaciones y llamadas telefónicas. Se estima que, en promedio, un ciudadano toca su teléfono unas 2617 veces al día. Es común observar a grupos de personas en la calle, todos sumergidos en sus teléfonos, creando una escena cada vez más habitual.
La dedicación que destinamos a las tendencias ha disminuido significativamente, pasando de 17 horas en 2013 a menos de 11 en la actualidad. Progresivamente, hemos perdido la habilidad de concentrarnos en algo durante períodos más extensos. ¿Cuál es la razón detrás de este cambio? La causa principal radica en la avalancha de información que crece de manera desenfrenada. A pesar de nuestro deseo, la capacidad de atención es limitada, y no podemos procesar toda la información ni prestar atención a todo al mismo tiempo. El exceso de contenido disponible se traduce en menos tiempo disponible para cada elemento, generando una saturación de estímulos.
Este fenómeno es sumamente inquietante, ya que estamos experimentando una pérdida significativa en nuestra habilidad para profundizar, reflexionar y analizar a fondo un tema específico. Reflexiona sobre esto: ¿Cuándo fue la última vez que te sumergiste profundamente en un tema hasta comprenderlo completamente? Históricamente, las soluciones a problemas importantes han surgido de mentes que se han dedicado a profundizar. Es por eso que la sobrecarga de información está afectando negativamente nuestra capacidad de poner atención, impidiendonos profundizar en algo. (Dr. Borja Bandera)
La realidad es que vivimos en automático, respondemos a estímulos, sin darnos cuenta nos tocamos cada momento para ver si tenemos nuestro teléfono y sin necesidad lo miramos solo para ver la pantalla o recibir un estímulo positivo ya sea por un like, un entretenimiento o algo de interés. Como sociedad y como individuo hemos caído ante una ingeniería estratégica que nos condiciona a ser consumistas, a seguir tendencias, a seguir patrones y a ser clones guiados como robot por medio de algoritmos bien elaborados para hacernos esclavos.
La sobre estimulación nos ha hecho obesos de contenido. Alma, cuerpo y espíritu viven cargados y saturados de contenido sin valor eterno que nos mantienen agotados y cansados deteriorando la salud física, mental, emocional y espiritual. Ante esta realidad muchos cristianos en lugar de ser parte de la solución se han sumado a la creación de contenido sin valor eterno agudizando el problema al hacerle creer al creyente que está consumiendo algo bueno y resulta que a largo plazo lo están matando. El interés personal, el ego, las tendencias en redes sociales, el morbo y los views son una gran parte del problema en el contenido “cristiano” actual. Por otro lado existe un gran volumen de contenido centrado en el yo, el ego, el orgullo y todo lo centrado en el ser humano poniendo a Dios en segundo plano haciéndonos creer que se trata de nosotros y Dios es un medio para servirnos.
El alto contenido basado en tendencias, estrategias humanas, motivación emocional y traducciones erróneas de la Biblia que experimentan las iglesias y medios cristianos, es el resultado de la falta de concentración, profundidad e inmediatez en la que están sumergidos los predicadores, maestros e influencers de la época. Cada día la iglesia se aleja de su sentido original y la feligresía pasa a ser parte de un club de personas con ideales afines que se unen para saciar la ansiedad y buscar un contenido más para entretenerse.
Tristemente la sequedad espiritual ha dominado a los creyentes del Siglo XXI y cada día se alejan más de lo que tiene valor eterno. La lectura de la Biblia ha pasado a un lejano plano, la meditación ya no es una disciplina espiritual y la oración no es una prioridad en millones de cristianos.
Según un informe de 2019 de Lifeway Research, un recurso cristiano con sede en Estados Unidos, solo el 30% de los cristianos lee la Biblia diariamente. El estudio también revela que el 27% la lee algunas veces por semana, el 12% una vez a la semana, el 11% algunas veces al mes, el 5% una vez al mes y el 12% muy raramente o nunca.
En una investigación anterior de 2017 realizada por el mismo centro, se descubrió que menos del 25% de aquellos que alguna vez han leído la Biblia tienen un plan sistemático para leer las Escrituras.
Además, los investigadores señalan que la mayoría de los estadounidenses escuchan el mensaje de la Biblia cuando alguien más la lee. El estudio indica que "no conocen de primera mano la historia general de la Biblia, porque rara vez la captan". Este fenómeno es comúnmente denominado como "analfabetismo bíblico" por los expertos.
En contraste, el acceso a las redes sociales es constante. De acuerdo con datos de Hootsuite y We Are Social, empresas especializadas en redes sociales, un ciudadano promedio pasa alrededor de 9 horas diarias en internet, lo que representa aproximadamente un tercio del día. (La Universal , 2024)
ANATOMÍA ESPIRITUAL Y CONSUMO
Así como es fundamental conocer el cuerpo para proveer la alimentación adecuada, es necesario conocer la parte inmaterial del ser humano para proveer una dieta balanceada y saludable. El cuerpo físico necesita la ingesta adecuada de carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas, minerales, agua y fibras. De la misma forma la parte espiritual necesita la ingesta de contenido que aporten los elementos necesarios para mantener la salud espiritual adecuada.
La mala alimentación está estrechamente asociada a la obesidad, a enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, hipertensión, enfermedades del hígado y deficiencias nutricionales, mientras que el mal consumo de contenido emocional y espiritual produce en el alma humana exaltación, egocentrismo, pecados sexuales, pereza, inmoralidad, desenfoque de Dios y toda clase de mal.
En muchos creyentes la mala alimentación espiritual produce falta de compromiso, enfoque masivo en el yo, falta de tiempo para las disciplinas espirituales y una clara frialdad espiritual.
La realidad es que hay alimentos que son más fáciles de conseguir que otros debido a su precio, industrialización, promoción, preparación y sabor, pero su ingesta excesiva le hace daño al cuerpo y produce muchas de las enfermedades ya mencionada en párrafos anteriores, tal es el caso de los azúcares y carbohidratos. Conseguir alimento saludable para el espíritu se hace cada vez más difícil ya que por un lado tenemos la sobrealimentación de contenido chatarra, para el cuerpo comida rápida, y por otro, la mezcla de contenidos saludables con contenidos que no lo son, llevando al creyente a la ingesta de una dieta pobre y desbalanceada.
Debido a nuestra pecaminosidad nos resulta delicioso el contenido chatarra tal y como le resulta deliciosa la azúcar o la harina al cuerpo. El fácil acceso a productos procesados y adulterados hace que millones contaminan su cuerpo y su alma generando complicadas enfermedades. Resulta más atractivo consumir un contenido que exalta mi ego que uno que lo quebrante. Resulta más atractivo para el alma exaltar las capacidades humanas que exaltar las capacidades de Dios.
Esta ingesta de contenido no apto y aparentemente apto para los creyentes, le están generando graves enfermedades emocionales y espirituales y muchos mueren de infartos espirituales debido a la resequedad del corazón.
La ingesta de farándula “Cristiana” tiene adicto a muchos creyentes por lo que existe toda una industria dedicada a la producción de este tipo de contenido, entre los que se incluyen canales dedicado a la crítica de predicadores, influencers comediantes, extremistas conservadores y otros.
Un público de creyentes, quizás más grande de lo que quisiéramos, optan por el consumo de contenidos con cierta apariencia de espiritualidad poro que en el fondo incentivan las emociones, el ego, la apariencia y una serie de códigos, enigmas e interpretaciones que apuntan a unos cuestionables niveles de superioridad y santidad.
A la industria alimenticia le resulta más beneficioso producir alimentos procesados aun sabiendo el daño que le provocan al cuerpo que incentivar el uso de productos naturales, por lo que buscan constantemente convencer al consumidor de ver sus productos como una necesidad y no como una opción dañina. De la misma forma existe una industria “cristiana”, que sin darse cuenta le ofertan al alma lo que esta le pide o lo que cree necesitar, y no lo que realmente le alimenta, todo a costa de view, likes o seguidores que más tarde se convertirán en ingresos monetarios.
Es importante destacar que la mayoría de las personas que crean contenido cristiano basado en lo que ya hemos planteado en los párrafos anteriores, no necesariamente lo hacen consciente de la realidad que hemos expresado, ya que los mismos son víctimas de un sistema y una tendencia progresiva que los ha arropado a tal punto que la muchos son obesos espirituales y dan consejos de salud alimentaria o simplemente son anoréxicos o bulímicos espirituales pero en el fondo responsables de sus acciones e ignorancia.
La diabetes espiritual manifestada en creyentes de doble animo, la hipertensión cristiana exhibida en los arranques de ira y pleitos entre líderes y miembros y la desnutrición aguda que sufren millones de creyentes llevados como el viento por cualquier viento de doctrina son una clara evidencia que la dieta básica de los cristianos ha bajado en calidad y contenido.
Un análisis a la música, los libros, los sermones, las tendencias, las programaciones de las iglesias y sobre todo a los canales de youtube que consumen los cristianos, muestran una significativa tendencia al “yo”, al “mi”, al “quiero”, al “ciento”, al “dame”, al “busco” y así sucesivamente. Por otro lado desde la creación hasta el Apocalipsis y más allá, la Biblia apunta a Jesús, su majestad, su gloria, su plan, su justicia, su verdad, su amor, su grandeza, su soberanía y así sucesivamente. Estamos más preocupados por sentir que por adorar, por recibir que por dar, por hablar que por escuchar, por presentar nuestros planes que por procurar la buena voluntad de Dios agradable y perfecta.
Esta ingesta masiva y deficiente ha dado fama a muchos predicadores deficiente y ha hecho menosprecio a aquellos que sí pueden aportar un contenido de valor eterno que nos haga cambiar. Hemos acostumbrado el paladar a lo dulce y cuando nos dan un trago amargo escupimos y no toleramos aquello que nos podría sanar. El cuerpo espiritual se ha hecho adicto a la cafeína, a la Coca Cola, a la comida rápida y a esos postres azucarados ya que incentivan al hombre antes que a Dios.
ALIMENTACIÓN ESPIRITUAL SALUDABLE
Una alimentación espiritual saludable debe considerar la naturaleza caída del ser humano y la condición espiritual en la que ésta quedó. La naturaleza caída tiene una tendencia natural al contenido poco saludable que exaltan el ego y nos desenfocan de Dios. A pesar del pecado, Dios ha establecido un Plan de Redención y ha provisto de la revelación necesaria a través de la Biblia para que los seres humanos puedan mantener una dieta balanceada y bien enfocada.
Al igual que en el cuerpo hay nutrientes y vitaminas espirituales que son más necesarias que otras. Una pirámide alimenticia es vital para entender qué tipo de contenido debemos de consumir en mayor cantidad y cuales en menos para adquirir los nutrientes espirituales necesarios. También es necesario saber que tipo de alimentación consumir a inicio, a mitad y a final del día.
Basados en la Biblia y las experiencias que en ella se registran, se presentan a continuación 6 principios a considerar para lograr un régimen alimenticio espiritual saludable:
Primer Principio: Tenemos una tendencia natural a contenido nocivo para el alma debido a la naturaleza pecaminosa que poseemos.
Segundo Principio: Existen fuerzas externas a nuestra naturaleza caída que nos impulsan al consumo excesivo de contenido sin alto valor nutricional para el espíritu.
Tercer Principio: La ingesta espiritual saludable siempre parte de un proceso de redención previa que capacita al individuo.
Cuarto Principio: La ingesta saludable de alimento espiritual de valor nutricional eterno requiere de una estrategia basada en una pirámide alimentaria solida basada en la palabra de Dios.
Quinto Principio: La pirámide alimenticia tiene su base en la persona de Jesús, su naturaleza, obra y enseñanza; en ella se encuentran todos los nutrientes básicos y elementales que el alma pecadora necesita para lograr una salud integral. Los niveles de la pirámide descienden en orden de prioridad donde Dios, su voluntad y propósitos están en primer lugar y descienden hasta la parte más pequeña de la pirámide, correspondiéndole esta a los intereses y propósitos del hombre.
Sexto Principio: Los medios más apropiados para consumir contenido espiritual saludable es a través de la adoración enfocada, la lectura bíblica sistemática, la meditación bíblica contemplativa y la oración espontánea.
APLICACIÓN DE LA DIETA CRISTOGENÉTICA
La aplicación de una dieta Cristogenética se debe llevar a cabo tras una decisión consciente y bajo una convicción segura de la necesidad de la misma. Es recomendable aplicar la dieta entre una a cuatro o más semanas, dependiendo del hábito de consumo que tenga la persona que la aplica. Un consumo leve de redes sociales y una ingesta regular de contenido cristiano podrían ameritar entre una y dos semanas. Un consumo alto de redes sociales y la ingesta masiva de información constante a través de los medios podrían ameritar entre cuatro y ocho semanas, todo según la necesidad.
Es importante destacar que los primeros días de la dieta se manifestarán síndrome de abstinencia por la falta de contenido constante y por ocasiones la persona se podría ver tentado a abandonar la dieta de forma definitiva o momentánea. La dieta Cristogenética busca sobre todo desintoxicar el cuerpo espiritual del creyente con un consumo alto en nutrientes de valor eterno y baja en contenidos tradicionales que solo aportan al ego o a la figura humana. Después de llevar el cuerpo espiritual a los niveles cristogéntricos adecuados, la persona podría terminar la dieta, procurando siempre mantener un hábito alimenticio saludable que considere la pirámide alimentaria ya mencionada.
En una dieta Cristogenética típica, se reduce drásticamente el consumo de cualquier contenido al azar y se incrementa el consumo de contemplación de Cristo. Esto lleva al entero ser del individuo a un enfoque Cristocéntrico llamado Cristogenética, en el cual el ser pecador pone de lado su propio yo, y se centra en la persona de Jesús, sus atributos, sus palabras, sus obras y su esplendor; lo que revitaliza y transforma de gloria en gloria su espíritu, alma y cuerpo gracias a la obra transformadora de Cristo.
Algunos de los objetivos de la dieta Cristogenética incluyen:
Pérdida del ego: Al reducir la ingesta de contenidos que maximizan el interés personal y al aumentar la mirada en Jesús, el individuo reduce su estado de orgullo y arrogancia, e incrementa su percepción de Jesús, lo que a su vez produce un alto nivel de humillación y rendición a la obra de Dios y una evidente negación de si mismo.
Control del enfoque: La dieta Cristogenética puede ayudar a estabilizar los niveles de enfoque en el creyente, lo que es beneficioso para personas con contundencia a poner su mirada en los problemas, contenidos o detalles que no tienen valor eterno.
Mejora de la salud mental: Las personas que experimentan una dieta Cristogenética manifiestan mayor claridad mental debido a ver todo lo que le sucede a luz de la realidad de quién es Jesús en sus vidas, lo que genera la energía y la actitud necesaria para afrontar la vida con valor, determinación y entusiasmo.
Reducción del miedo: La dieta Cristogenética puede detener el temor, el miedo o la ansiedad. La continua ingesta de contenido Cristocéntrico contribuye a alcanzar los niveles necesarios de valor y fe para afrontar la vida sin ningún tipo de temor o miedo y aumenta drásticamente los niveles de esperanza, seguridad y confianza.
Incremento de la adoración: La ingesta saludable de una dieta Cristogenética aumenta los niveles de adoración en el espíritu, alma y cuerpo del individuo. El constante reconocimiento de la naturaleza de Jesús provoca altos niveles ininterrumpidos de adoración genuina y espontánea .
Rejuvenecimiento del alma, cuerpo y espíritu: La dieta Cristogenética contribuye significativamente al rejuvenecimiento del rostro debido a la exposición continua a la luz de Cristo, restaura el alma aportando gozo inefable y aviva el espíritu con una pasión única por Dios por y por su obra.
Es importante tener en cuenta que la dieta Cristogenética es ideal para almas sedientas y corazones desesperados. Quienes afrontan un tiempo de crisis espiritual o simplemente aquellos que quieren redefinir su relación con Dios encuentra una sólida respuesta en esta dieta.
La dieta Cristogenética no varía según las necesidades individuales y los objetivos específicos de cada persona, ya que la misma se adapta a la realidad de cada individuo y reenfoca los objetivos personales produciendo una transformación integral.
Recomendaciones: Para lograr resultados en menos tiempo, se recomiendo no mezclar la dieta con otros contenidos mientras se está aplicando. Esto puede llevar a una reducción o y eliminación del uso de redes sociales, medios masivos y cualquier tipo de distracción sin valor eterno.
Advertencia: Quienes aplican esta dieta durante un tiempo prolongado corren el riesgo de sentir una paz interior que sobrepasa todo entendimiento, no encuentran causa justificada para enojarse o pelear, incrementa el estado de oración espontánea y programada y la meditación pasa a ser habitual. La dieta Cristogenética aporta significativamente a la reducción masiva del uso del teléfono y las redes sociales después de haber terminado el proceso y se aumenta el estado de contemplación y asombro, debido a entender mejor la Palabra de Dios.
Expertos advierten que a la ingesta de una dieta Cristogenética aumenta el uso continuo de la Biblia, la asistencia a los servicios congregacionales y deseo profundo por invertir tiempo y recursos en la obra de Dios.
ELEMENTOS DE CONSUMO DE LA DIETA CRISTOGENÉTICA
La dieta Cristogenética está compuesta de una serie de elementos que se pueden combinar en cualquier momento del día tanto como el tiempo lo permita. Para los tiempos devocional de adoración se deben usar las canciones de la dieta Cristogenética en reproducción aleatoria, para las lecturas se deben usar los textos bíblicos propuestos por la iglesia para el plan de lectura y la lista de versículos bíblicos, para los tiempos de meditación se pueden utilizar la lista de reproducción de meditación, para los tiempos de oración se puede utilizar la lista de peticiones Cristogenética y para los tiempos libres, de viajes y de ocio se deben utilizar las listas de Sermones Cristogenéticos, de videos y la lista series y películas que se recomiendan más adelante.
Es importante tomar en cuenta que el único contenido permitido consumir durante la dieta son los que se presentan a continuación, ya que los mismos han sido seleccionados meticulosamente para que encajen en la base de la pirámide alimenticia espiritual que ya explicamos.
A. Listas de reproducción de YouTube:
1. Adoración Cristogenética
2. Sermones Cristogenéticos
3. Meditación Cristogenética
4. Videos Cristogenéticos
5. Libros Cristogenéticos
6. Podcast Cristogenéticos
7. Devocionales Cristogenéticos
8. Canciones Cristogenéticas
B. Lista de lecturas y textos bíblicos Cristogenéticos
Toda la Biblia apunta a Jesús, desde el primer libro de la Biblia hsata el Apocalipsis, cada libro destaca un aspecto o cualidad de Jesús. Al leer la Biblia durante la dieta evita relatos que no comprendas a menos que consideres en que aspecto se relaciona con Jesús.
A continuación te recomendamos una lista de pasajes bíblicos focalizados en la persona de Jesús:
1. Evangelios Sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas)
2. Evangelio de Juan
3. Romanos
4. 1 y 2 Corintios
1. Gálatas
2. Efesios
5. Filipenses
6. Colosenses
7. Hebreos
3. Apocalipsis
4. Lecturas mesiánicas del Antiguo Testamento
Miqueas 5:2
Isaías 6: 1-8
Isaías 7:14
Isaías 49:6-7
Salmos 22:14.16-18
Zacarías 9:9
Zacarías 11:11. 12
Malaquías 3.1
Isaías 35:4
Nota: Esta lista la actualizamos cada semana.
C. Listado de Peticiones Cristogenéticas
1. Jesus, transfórmame a tu imagen. Es lo único que anhelo. Quiero ser transformado por ti a tu manera.
2. Jesús, ayúdame a entender tu palabra, a conocer los secretos de tu revelación escrita. Quiero verte en cada libro de la Biblia y escuchar tu voz en cada pasaje.
3. Jesús, ayúdame a menguar mi ego, a negarme a mí mismo y a poner mis ojos en ti.
4. Jesús, dame fuerzas para hacer tu voluntad y negarme a mí mismo. 5. Jesús, quiero conocerte más, conocerte cada día y deleitarme en quien eres tu.
D. Listado de películas y series Cristogenéticas
The Chosen, serie
(Descargar App o ver en Netflix)
El que cambia los tiempos,
(Película)
El poder de la cruz, (Película)
La Cabaña
(Pelicula)
E. Listado de aplicaciones Cristogenéticas
1. The Chosen
2. Your Version
3. Super Libro
4. Glorify
5. Jesus film Proyec
Nota: Espera la actualización semanal de la lista de contenido.
MODELO DE APLICACIÓN DE UNA DIETA CRISTOGENÉTICA
Dios Encarnado
DESAYUNO
Rinde tu corazón a Dios en adoración reconociendolo como creador y dueño de todo. Exalta el hecho de que se haya hcecho carne por amor a ti.
Usa el playlist de adoración:
MERIENDA
Escucha el siguiente devocional y medita en el.
ALMUERZO
Ir más profundo
¿A qué principio se refiere Juan?
¿Qué significaba la palabra verbo o palabra atribuida a Jesús?
¿Qué implicaban estas palabras para quienes la escuchaban en el siglo I?
¿Qué significa que todo fue crado por medio de El y para El?
Lee comentario si quieres conocer más
POSTRE
Medita en Jesús antes de venir al mundo, en Jesús como creador de cada estrella y toda galaxia. En que todo fue creado por medio de El y para El. Medita en que ese Dios eterno se hizo carne y habitó entre nosotros y vimos su gloria. Medita en que no estimó el ser igual a Dios como algo a que aferrarse, sino que se despojó de si mismo para hacerse hombre y venir a morir en la cruz.
MERIENDA
Usa cualquier recurso cristogentico de la pagina web www.cristogenetica.com o el canal de youtube.
Puedes escuchar canciones, predicas o libros con un enfoque Cristocéntrico. También tiene a disposición películas, series y videos seleccionados que puedes mirar.
CENA
Pasa tiempo de oración con Dios. Toma tiempo para derramar tu corazón en gratitud a Dios por su amor a ti. Agradece a Dios por dejar su trono y hacerse carne solo por amor a ti.
Juan 1, En el principio era el verbo
COMPENDIO DEL DICCIONARIO TEOLÓGICO DEL NUEVO TESTAMENTO
C. ἀρχή en el NT. 1. ἀρχή como «principio» se usa en el NT a. en la fórmula «desde el principio», p. ej. de la creación (Heb. 1:10), de la aparición de Cristo (Lc. 1:2), del ser cristianos (1 Jn 2:24), y de manera indeterminada de nuestra elección (2 Ts. 2:13), con el diablo como sujeto («desde todos los siglos», aunque no en el sentido que sea eterno, Jn. 8:44; 1 Jn. 3:8). 1 Juan tiene las expresiones «lo que era desde el principio» (1:1) y «el que es desde el principio» (2:13–14) con referencia al Logos que se ha hecho perceptible a los discípulos pero es eternamente preexistente, ya que es Dios mismo quien aquí se da a nosotros. Compendio del Diccionario teológico del Nuevo Testamento, Gerhard Kittel y Gerhard Friedrich
COMENTARIO AL NUEVO TESTAMENTO
AL JUDÍO, Y TAMBIÉN AL GRIEGO
Los judíos y los griegos habían ido recorriendo el camino hacia la concepción del Logos, la Mente de Dios que hizo el mundo y que hace que tenga sentido. Así que Juan se dirigió a los judíos y a los griegos para decirles que, en Jesucristo, esta Mente de Dios creadora, iluminadora, controladora y sustentadora, había venido a la Tierra. Juan fue a decirles que ya no tenían que andar a tientas, sino que todo lo que tenían que hacer era mirar a Jesús para ver en Él la Mente de Dios.
LA PALABRA ETERNA
Juan 1:1-2
Cuando el mundo empezó a existir, la Palabra ya existía; y la Palabra estaba con Dios; y la Palabra era Dios. Esta Palabra estaba en el principio con Dios.
El principio de evangelio de Juan tiene tal importancia y profundidad de sentido que debemos estudiarlo casi versículo por versículo. La gran idea de Juan es que Jesús no es sino la Palabra creadora, vivificadora e iluminadora de Dios, y la Razón de Dios que sostiene el mundo, que ha venido a la Tierra en forma humana y corporal.
Aquí, al principio, Juan dice tres cosas acerca de la Palabra, es decir, acerca de Jesús.
(i) La Palabra ya estaba allí en el mismo principio de todas las cosas. Juan se remonta con el pensamiento al primer versículo de la Biblia: < En el principio creó Dios los cielos y la Tierra> (Génesis l: l ). Lo que Juan nos está diciendo es esto: La Palabra no es una de las cosas creadas; la Palabra ya existía cuando empezó la creación; la Palabra no es una parte del mundo que empezó a existir en un tiempo; la Palabra es parte de la eternidad y estaba con Dios antes que empezaran el tiempo y el universo. Juan está pensando en lo que se conoce como la preexistencia de Cristo.
En muchos sentidos esta idea de la preexistencia es muy difícil, si no imposible, de captar. Pero representa algo muy sencillo, muy práctico y muy tremendo. Si la Palabra estaba con Dios antes que empezara el tiempo, si la Palabra es parte del esquema eterno de las cosas, esto quiere decir que Dios ha sido siempre como Jesús. Algunas veces se ha pensado que Dios era severo y vengativo; y que lo que hizo Jesús cambió la ira de Dios en amor y alteró Su actitud hacia la humanidad. El Nuevo Testamento no sabe nada de esa idea. Lo que todo el Nuevo Testamento nos dice, y especialmente este pasaje de Juan, es que Dios ha sido siempre como Jesús. Lo que hizo Jesús fue abrir una ventana en el tiempo para que pudiéramos ver el amor eterno e inalterable de Dios.
Entonces podríamos muy bien preguntarnos: «¿Y qué pasa con algunas de las cosas que leemos en el Antiguo Testamento? ¿Qué de los pasajes en los que se dice que Dios mandó arrasar ciudades enteras y matar a hombres, mujeres y niños? ¿Qué de la ira, y de los celos de Dios de los que leemos a veces en las partes más antiguas de la Escritura? La respuesta es: No es Dios el que ha cambiado, sino nuestro conocimiento de Dios. Esas cosas se escribieron porque entonces no se tenía un conocimiento mejor; hasta ahí habían llegado en su conocimiento de Dios.
Cuando un niño está estudiando una asignatura tiene que ir aprendiéndola por etapas. No empieza por el conocimiento total, sino por lo que puede comprender, y de ahí va pasando a más. Cuando empieza con la apreciación de la música, lo primero que le dan a escuchar no es un preludio o una fuga de Bach, sino algo mucho más sencillo; y luego va comprendiendo más por etapas. Así sucedía con los hombres y Dios. Sólo en parte podían captar y entender la naturaleza de Dios y Sus caminos. Fue sólo cuando vino Jesús cuando vieron total y perfectamente cómo ha sido Dios siempre.
Se cuenta que una chiquilla tuvo que enfrentarse una vez con algunos de los pasajes más sangrientos y salvajes del Antiguo Testamento, y comentó: « ¡Pero todo eso pasó antes de que Dios se hiciera cristiano!» Si podemos decirlo así con toda reverencia, cuando Juan dice que la Palabra siempre estuvo allí, está diciendo que Dios siempre ha sido cristiano. Nos está diciendo que Dios siempre ha sido, y es, y será como Jesús. Pero la humanidad no lo podía saber ni se podía dar cuenta hasta que vino Jesús.
(ii) Juan sigue diciendo que la Palabra estaba con Dios. ¿Qué quería decir con eso? Quería decir que siempre ha habido la más estrecha conexión entre la Palabra y Dios. Vamos a decirlo de una manera más sencilla: Siempre ha habido la más íntima conexión entre Jesús y Dios. Eso quiere decir que nadie nos puede decir cómo es Dios, cuál es la voluntad de Dios para nosotros, cómo son el amor y el corazón y la Mente de Dios nada más que Jesús. Vamos a poner un ejemplo humano sencillo. Si de veras queremos saber lo que una persona piensa y siente sobre algo, y no tenemos acceso a ella, no vamos a alguien que no es más que un conocido lejano suyo o que hace poco que la conoce, sino a uno que sabemos que es su amigo íntimo de muchos años. Ese será capaz de interpretarnos de veras la mente y el corazón de la otra persona.
Algo así es lo que Juan nos está diciendo de Jesús. Nos está diciendo que Jesús ha estado siempre con Dios. Vamos a usar el lenguaje humano, porque es el único que podemos usar. Juan está diciendo que Jesús tiene tal intimidad con Dios que Dios no tiene secretos con Él; y que, por tanto, Jesús es la única Persona en todo el universo que nos puede revelar cómo es Dios y lo que siente acerca de nosotros.
(iii) Por último, Juan nos dice que la Palabra era Dios. Este es un dicho difícil de entender para nosotros; y es difícil porque el griego, la lengua en que escribió Juan, tiene una manera de decir las cosas que es diferente del español. Cuando se usa un nombre en griego, casi siempre se le antepone el artículo determinado. La palabra para Dios es theós, y el artículo determinado correspondiente es ho. Cuando se habla de Dios en griego, no se usa solamente theós, sino ho theós. Ahora bien, cuando no se usa el artículo determinado con un nombre, ese nombre se usa como adjetivo. Juan no dijo que la Palabra era ho theós, lo que habría querido decir que la Palabra era el mismo que Dios. Dijo que la Palabra era theós -sin artículo definido, lo que quiere decir que la Palabra era, podríamos decir, del mismo carácter y cualidad y esencia y ser que Dios. Cuando Juan dijo que la Palabra era Dios, no estaba diciendo que Jesús es el mismo que Dios, sino que Jesús es lo mismo que Dios. De dos personas íntimamente compenetradas se dice que piensan y sienten lo mismo de tal manera que, si se conoce a una, es como si se conociera á la otra. Jesús está tan íntima y totalmente identificado con Dios en pensamientos, sentimientos y carácter que, conociéndole a El, conocemos perfectamente a Dios.
Así pues, al principio mismo de su evangelio Juan asegura que en Jesús, y sólo en Él, se ha revelado perfectamente a la humanidad todo lo que Dios ha sido siempre y siempre será, y todo lo que siente sobre los hombres y desea para ellos.
EL CREADOR DE TODAS LAS COSAS
Juan 1:3
Fue el Agente por medio de Quien se hicieron todas las cosas; y no hay ni una sola que exista en el mundo que haya llegado a ser aparte de Él.
Puede que nos parezca extraño que Juan haga tanto hincapié en la manera que se creó el mundo; y puede que también nos lo parezca el que conecte tan definidamente a Jesús con la obra de la creación. Pero tenía que hacerlo a causa de ciertas tendencias que había en el pensamiento de su tiempo.
En los días de Juan había una herejía que se llamaba el gnosticismo. Su característica era que se trataba de un enfoque intelectual y filosófico al Cristianismo. A los gnósticos no les era suficiente con las creencias sencillas de cualquier cristiano corriente. Trataban de construir un sistema filosófico del Cristianismo. Tenían problemas con la existencia del pecado y el mal y el dolor y el sufrimiento del mundo, así que diseñaron una teoría para explicarlo. Esa teoría era como sigue.
En el principio existían dos realidades: la una era Dios, y la otra la materia. La materia había existido siempre, y fue la materia prima de la que se construyó el universo. Los gnósticos insistían en que esa materia era defectuosa e imperfecta. Podríamos decir que el mundo se inició mal desde el principio.
Estaba hecho de unos materiales que ya contenían el germen de la corrupción.
Los gnósticos llegaban más lejos. Dios, decían, era espíritu puro, y como tal no podía tocar la materia, y menos aún una materia imperfecta. Por tanto, era imposible que Dios llevara a cabo la obra de la creación por Sí mismo. Lo que hizo fue producir una serie de emanaciones, cada una de las cuales estaba más lejos de Dios que las anteriores; y, cuanto más se alejaban de Dios, menos le conocían. Hacia la mitad de camino de la serie de emanaciones había una que no sabía nada en absoluto de Dios. A partir de ésa, las emanaciones empezaban a ser, no sólo ignorantes, sino hostiles a Dios. Por último había una emanación que estaba tan lejos de Dios que le ignoraba totalmente y le era totalmente hostil, y ésa fue el poder que creó el mundo; porque ya estaba tan lejos de Dios que podía tocar esta materia defectuosa y mala. El dios creador estaba totalmente distanciado y enemistado con el Dios real.
Los gnósticos dieron otro paso más: identificaron al dios creador con el Dios del Antiguo Testamento; y sostuvieron que el Dios del Antiguo Testamento era completamente distinto y distante del Dios y Padre de Jesucristo, del que era enemigo.
En los tiempos de Juan se había extendido mucho esta clase de creencia. La gente creía que el mundo era malo, y que lo había creado un dios malo. Para combatir esta creencia, Juan establece aquí dos verdades cristianas básicas. De hecho, la relación de Jesús con la creación es algo que se repite en el Nuevo Testamento precisamente por este trasfondo intelectual que divorciaba a Dios y al mundo en que vivimos. En Colosenses 1:16, Pablo escribe: < Porque en Él fueron creadas todas las cosas, en el Cielo y en la Tierra... todas fueron creadas por Él y para Él.» En 1 Corintios 8: 6 escribe del Señor Jesucristo «por medio del Cual son todas las cosas.» El autor de Hebreos habla de Uno que era el Hijo, «por medio de Quien Dios hizo el universo» (1:2). Juan y los otros autores del Nuevo Testamento que escribieron estas cosas estaban subrayando dos grandes verdades.
(i) El Cristianismo siempre ha creído en lo que se llama la creación partiendo de la nada. No creemos que en Su creación del mundo Dios tuviera que usar una materia ajena y mala. No creemos que el mundo empezara ya con un defecto de fabricación, ni que tuviera su origen en Dios y en algo más. Nuestra fe es que detrás de todo está Dios, y sólo Él.
(ii) El Cristianismo siempre ha creído que este mundo es de Dios. Lejos de estar tan desconectado del mundo que no puede tener nada que ver con él, Dios está íntimamente comprometido con el mundo. Los gnósticos trataban de echarle la culpa al creador del mal que hay en el mundo. El Cristianismo cree que lo que no está como es debido en el mundo se debe al pecado humano. Pero, aunque el pecado ha causado destrozos en el mundo y le ha impedido llegar a ser lo que hubiera podido ser, no debemos nunca despreciar el mundo, porque es esencialmente de Dios. Si creemos esto, nos da un nuevo sentido del valor del mundo y de nuestra responsabilidad hacia él.
Se cuenta de una niña de los suburbios de una gran ciudad, que la llevaron a pasar un día en el campo. Cuando vio las margaritas en el bosque, preguntó: «¿Cree usted que a Dios le importará que coja unas pocas de Sus flores?» Este es el mundo de Dios; por eso, nada en él está fuera de su control; y por eso, debemos usar todas las cosas dándonos cuenta de que pertenecen a Dios. El cristiano no le hace de menos al mundo creyendo que el que lo hizo era un dios ignorante y hostil, sino que lo glorifica recordando que Dios está en todas partes, detrás de todo y en todo. Cree que el Cristo que recrea el mundo fue el colaborador de Dios cuando, el mundo fue creado al principio y que, en la obra de la redención, Dios está tratando de recuperar algo que fue siempre Suyo. WILLIAM BARCLAY, COMENTARIO AL NUEVO TESTAMENTO - Tomo 5 -, Evangelio según san Juan
Tomamos nota de tres cosas en esta señal maravillosa que realizó Jesús.
(i) Tomamos nota de cuándo sucedió: en una fiesta de bodas. Jesús estaba en su ambiente. No era ningún austero aguafiestas. ¡Todo lo contrario, como vemos aquí! Le encantaba participar de la alegría y el regocijo de una boda, y ayudar en los problemas que se presentaran.
Hay algunas personas «religiosas» que difunden una atmósfera lúgubre por donde van. Miran con suspicacia todo lo que sea alegría y felicidad. Para ellos la religión es cosa de sotanas, de salmodias y de caras largas. Dijo de Alice Freeman Palmer uno de sus estudiantes: «¡Me hacía sentirme como si estuviera dándome un baño de sol!» (Y eso en Escocia...). Así era Jesús. C. H. Spurgeon tiene algunos consejos sabios, aunque cáusticos, en su libro Charlas a mis estudiantes: « El tono sepulcral puede que le vaya bien al de la funeraria; pero a los lazaros no los hacen salir de la tumba los gemidos espectrales.» «Conozco a hermanos que desde la coronilla hasta la planta de los pies son tan ministeriales en facha, tono, modales, cuello y botas que no les queda ni una partícula de humanidad visible... A algunos parece que les han enroscado una corbata blanca alrededor del alma, como un pingajo almidonado que les estrangula toda su hombría.» «Un individuo drenado totalmente de simpatía sería mejor que se dedicara a los oficios funerarios de enterrar a los muertos, porque jamás conseguirá hacerles mella a los vivos.» «Recomiendo jovialidad a todos los que quieran ganar almas; no frivolidad ni espuma, sino un espíritu sociable y feliz. Se cogen más moscas con miel que con vinagre, y conduce más almas al Cielo el que lleva el Cielo en la cara que el que lleva el Tártaro en sus gestos y aspecto.»
Jesús nunca consideraba que fuera un crimen ser feliz. ¿Por qué lo han de considerar sus seguidores?
(ii) Tomamos nota de dónde sucedió: en un humilde hogar de una aldea de Galilea. Este milagro no se realizó en el escenario de una gran ocasión ni en presencia de grandes multitudes, sino en un hogar. A. H. N. Green Armytage, en su libro Retrato de san Lucas, dice que a Lucas le encantaba presentar a Jesús en ambientes sencillos, hogareños y de gente humilde. En una frase gráfica dice que el evangelio de Lucas < domestica a Dios», es decir, Le introduce en el círculo del hogar y en las cosas más corrientes de la vida. Su intervención en Caná de Galilea nos muestra lo que Jesús pensaba del hogar. Como dice la versión Reina-Valera, < manifestó Su gloria» -es decir, se presentó tal corno era-, y esa manifestación tuvo lugar en un sencillo hogar de pueblo.
Hay una extraña paradoja en la actitud de mucha gente hacia el lugar que llaman hogar. Admitirían sin reservas que «no hay sitio bajo el Cielo más dulce que el hogar;» y, sin embargo, al mismo tiempo tendrían que reconocer que es allí donde reclaman el derecho a portarse peor, con menos cortesía, con mal genio y más egoísmo; mucho peor que en cualquier otro sitio o entre extraños. Muchos de nosotros tratamos a nuestros seres queridos de una forma que no osaríamos emplear con meros conocidos o compañeros ocasionales. A menudo son los extraños los que nos ven en nuestra mejor actitud, y los nuestros en nuestra peor. Deberíamos recordar siempre que fue en un hogar humilde donde Jesús manifestó Su gloria. Para Él el hogar era el sitio en el que había que portarse de la mejor manera posible.
(iii) Tomamos nota de por qué sucedió. Ya hemos visto que la hospitalidad era siempre un deber sagrado en Oriente. Habría hecho que a aquella familia se le cayera la cara de vergüenza el que faltara el vino en la boda. Fue para salvar a una humilde familia galilea para lo que Jesús desplegó Su poder. Lo hizo movido por la simpatía, la amabilidad y la comprensión hacia la gente sencilla.
Casi todos estamos dispuestos a echar el resto en una gran ocasión; pero sólo Jesús es capaz de hacer una cosa tan bonita en una ocasión tan sencilla e íntima como aquella. Hay una especie de malicia humana natural que más bien se alegra de las desgracias de los demás y que se complace en contarlas después mientras se toman unas cañas. Pero Jesús, el Señor de toda la vida, el Rey de la gloria, empleó su poder para salvar de la humillación a una sencilla pareja de novios de una aldea de Galilea. Es precisamente con gestos sencillos de comprensión y amabilidad como este como podemos demostrar que pertenecemos a Jesucristo y somos Sus seguidores. WILLIAM BARCLAY, COMENTARIO AL NUEVO TESTAMENTO - Tomo 5 -, Evangelio según san Juan
EL CRISTO ELEVADO
Juan 3:14-15
Y de la misma manera que .Moisés puso en alto la serpiente en el desierto, así es menester que levanten al Hijo del Hombre; para que todos los que crean en Él puedan tener la vida eterna.
Juan recuerda una historia extraña del Antiguo Testamento que se encuentra, en Números 21:4-9. En su viaje por el desierto, los israelitas murmuraron y se quejaron y se lamentaron de haber salido de Egipto. Para castigarlos, Dios envió una plaga mortal de serpientes venenosas; el pueblo se arrepintió y pidió misericordia. Dios le dijo a Moisés que hiciera la imagen de una serpiente y la pusiera en alto en medio del campamento, y los que miraran a la serpiente se curarían. Aquella historia impresionó vivamente a los israelitas. En tiempos posteriores aquella imagen de la serpiente se convirtió en un ídolo, y tuvieron que destruirla en tiempo del rey Ezequías, porque la gente había empezado a darle culto (2 Reyes 18:4). A los mismos judíos les alucinaba este incidente, porque tenían absolutamente prohibido el hacer imágenes. Los rabinos lo explicaban diciendo: «No era la serpiente de bronce lo que daba la vida. Cuando Moisés la puso en alto, los moribundos pusieron su confianza en el Que le había mandado a Moisés que lo hiciera. Era Dios mismo el Que los sanaba.» El poder sanador no estaba en la serpiente; esta, no era más que un objeto que les hacía volver el pensamiento a Dios; y, cuando lo hacían, se ponían buenos.
Juan tomó aquella vieja historia y la usó como una parábola profética de lo que había de suceder con Jesús. Dijo: «Pusieron en alto la serpiente; los moribundos la miraban; su pensamiento volvía a Dios, y por el poder de aquel Dios en Quien ponían su confianza se curaban. Así es como era necesario que Jesús fuera levantado: para que, cuando los que estamos heridos por el pecado volvamos a El nuestro pensamiento y creamos en El, encontremos la vida eterna.»
Hay aquí un detalle maravillosamente sugestivo. El verbo levantar es hypsún. Lo curioso es que se usa de Jesús en un doble sentido: en el de ser levantado en la Cruz, y en el de ser elevado a la gloria cuando ascendió al Cielo. Se usa de la Cruz en Juan 8:28; 12:32; y se usa de la Ascensión de Jesús al Cielo en Hechos 2:33; 5:31; Filipenses 2:9. Hubo una doble elevación de Jesús cuando acabó Su vida en la Tierra: fue levantado en la Cruz, y fue elevado a la gloria; y las. dos están insepar4blemente relacionadas: ninguna podría haber sucedido sin la otra. Para Jesús la Cruz era el camino a la gloria. Si la hubiera evadido o evitado, como podría haber hecho fácilmente, no habría sido glorificado. Y lo mismo nos sucede a nosotros. Podemos, si queremos, escoger el camino fácil; podemos, si queremos, evitar la cruz que nos corresponde a todos los cristianos; pero si lo hacemos, perdemos la gloria. Es una inquebrantable ley de vida que sin cruz no hay corona. En este pasaje hay dos expresiones con cuyo sentido nos tenemos que enfrentar. No nos será posible extraerlo en su totalidad, porque es más del que nunca podremos descubrir; pero debemos tratar de captar lo más posible.
(i) Está la frase que se refiere a creer en Jesús. Quiere decir por lo menos tres cosas.
(a) Quiere decir creer con todo nuestro corazón que Dios es como Jesús nos ha revelado que es. Quiere decir que Dios nos ama, se preocupa de nosotros y que lo que quiere hacer con nuestros pecados es perdonárnoslos. No era fácil para los judíos el creer eso. Veían a Dios como Alguien que les imponía Sus leyes y que los castigaba si las quebrantaban. Veían a Dios como el Juez, y a las personas como reos de muerte. Veían a Dios como Uno que exige sacrificios y ofrendas; para llegar a Su presencia había que pagar un precio inasequible. Era difícil pensar en Dios, no como un Juez dispuesto a imponer el castigo, ni como el capataz que exige una tarea irrealizable, sino como -el Padre que nada anhela más que el que Sus hijos rebeldes vuelvan a casa: Costó la vida y la muerte de Jesús el decírnoslo. No podemos empezar a ser cristianos hasta que nuestro -corazón crea estaBuena Noticia.
(b). ¿Cómo podemos estar seguros de que Jesús sabía lo que estaba diciendo? ¿Qué garantía se nos ofrece de que es cierta una Noticia tan maravillosa? Aquí llegamos al segundo artículo de nuestra fe. Tenemos que creer que Jesús es el Hijo de Dios, que, en Él está la Mente de Dios, que Él conocía a Dios tan bien y estaba tan cerca de Él y era una sola cosa con Él, que nos puede revelar plenamente la verdad acercó de Dios.
(c) Pero el creer tiene un tercer elemento. .Creernos que Dios es un Padre amante porque creemos que Jesús es el. Hijo de Dios y que por tanto lo que nos dice acerca de Dios es verdad. Entonces aparece e1 tercer elemento: Tenemos que jugarnos el todo por el todo a que lo que Jesús nos dice es la verdad. Tenemos que hacer todo lo que Él nos dice; tenemos que obedecer todo lo que Él nos manda. Cuando Él nos dice que tenemos que rendirnos incondicionalmente a la miseriordia de Dios, lo tenemos que hacer. Tenemos que tomarle la palabra a Jesús. Hasta la cosa más insignificante de la vida se ha de hacer en obediencia incondicional a Él.
Así es que creer en Jesús tiene tres elementos: Creer que Dios es nuestro Padre amante; creer que Jesús es el Hijo .de Dios y por tanto nos dice la verdad acerca de Dios y de la vida, y obedecer incondicionalmente a Jesús.
(ii) La segunda gran expresión es la vida eterna. Ya hemos visto que la vida eterna es la misma vida de Dios mismo. Pero preguntémonos lo siguiente: Si tenemos la vida eterna, ¿qué es lo que tenemos? ¿Qué es eso de entrar en la vida eterna? Tener la vida eterna es algo que envuelve en paz todas las relaciones de la vida.
(a) Nos da la paz con Dios. Ya no estamos arrastrándonos servilmente ante un tirano, o tratando de escondernos de un juez implacable: estamos en casa con nuestro Padre:
(b) Nos da la paz con nuestros semejantes. Si hemos,sido perdonados tenemos que ser perdonadores. Esto nos permite ver a las personas como Dios las ve. Nos hace miembros de una gran familia unida en amor: .
(c) Nos da la paz con la vida. Si Dios es Padre, Dios dirige todas las cosas para bien. Lessing solía decir que si se le permitiera hacerle una pregunta a la esfinge que lo sabía todo sería: < ¿Es este un universo amigable?» Cuando creemos en Dios como Padre también creemos que Su mano paternal no causará jamás a Sus hijos lágrimas innecesarias. Puede que no entendamos del todo la vida, pero no viviremos sumidos en el resentimiento nunca más.
(d) Nos da la paz con nosotros mismos: En último análisis nos tenemos más miedo a nosotros mismos que a nada más. Conocemos nuestros puntos flacos; conocemos la fuerza de las tentaciones; conocemos nuestras. obligaciones y las exigencias de nuestra propia vida. Pero ahora sabemos que nos enfrentamos con todo con Dios. No vivimos solos, sino Cristo vive en nosotros. Hay una paz que tiene su cimiento en una fuerza suficiente para vivir: la de Cristo.
(e) Nos da la seguridad de que la paz más profunda de esta vida no es más que una sombra de la paz por venir. Nos da una esperanza y una meta hacia la que nos dirigimos. Nos da una vida gloriosamente maravillosa ya aquí y, sin embargo, al mismo tiempo, una vida en la que lo mejor está por venir.
EL AMOR DE DIOS
Juan 3:16
Porque Dios amó al mundo hasta tal punto que dio a Su Hijo único para que todos los que crean en Él no se pierdan, sino tengan la vida eterna.
Todos los grandes hombres han tenido un versículo preferido; pero éste se ha llamado «el versículo de todo el rriundo». Para todo corazón humilde, aquí está la quintaesencia del Evangelio. Este versículo contiene varias grandes verdades.
(i) Nos dice que la iniciativa de la Salvación pertenece a Dios. Algunas veces se presenta el Evangelio como si se hubiera tenido que pacificar a Dios y persuadirle para que perdonara. A veces se presenta a Dios como inflexible y justiciero, y a Jesús manso, amoroso y perdonador. A veces se predica el Evangelio como si Jesús hubiera hecho algo para que se alterara la actitud de Dios hacia la humanidad, para que Se viera obligado a cambiar la sentencia condenatoria por la del perdón. Pero este versículo nos dice que todo empezó en Dios. Fue Dios el Que envió a Su Hijo porque amaba hasta tal punto a la humanidad entera. No habría Evangelio ni Salvación si no fuera por el Amor de Dios.
(ii) Nos dice que el manantial de la vida de Dios es el Amor. Se podría predicar una religión en la que Dios contemplara a la humanidad sumida en la ignorancia, la indigencia y la maldad, y dijera: « ¡Voy a domarlos: los disciplinaré y castigaré a ver si aprenden!» O se podría pensar que Dios está buscando la sumisión de la humanidad para satisfacer Su deseo de poder y para tener un universo completamente sometido. Pero lo tremendo de este versículo es que nos presenta a Dios actuando, no en provecho propio, sino nuestro; no para satisfacer Su deseo de poder ni para avasallar al- universo, sino movido por Su amor. Dios no es un monarca absolutista que tratara a las personas solamente como súbditos obligados a la más absoluta obediencia, sino un Padre que no puede ser feliz hasta que Sus hijos desagradecidos y rebeldes vuelvan al hogar. Dios no azota a la humanidad para que se Le someta, sino la anhela y soporta para ganar su amor.
(iii) Nos habla de la amplitud del amor de Dios. Dios amó y ama. al mundo. No sólo a una nación, ni a los buenos, ni a los que Le aman a Él, sino al mundo entero: Los inamables, los que no tienen nadie que los ame, los que aman a Dios y los que ni se acuerdan de El, los que descansan en el amor de Dios y los que lo desprecian... Todos están incluidos en el amor universal de -Dios. Como dijo Agustín de Hipona, «Dios nos ama a cada uno de nosotros como si no hubiera más que uno a quien amar. Y así, a todos.» WILLIAM BARCLAY, COMENTARIO AL NUEVO TESTAMENTO - Tomo 5 -, Evangelio según san Juan
EL VERDADERO CULTO
Juan 4:22-26
Los samaritanos no conocéis al Que dais culto -siguió diciéndole Jesús a la Samaritana-. Los judíos sí Le conocemos, y por eso la Salvación del mundo tiene su origen entre los judíos. Pero está llegando la hora, y es ahora aquí, cuando los verdaderos adoradores darán culto a Dios en espíritu y en verdad; porque esos son los adoradores que está buscando el Padre. Dios es Espíritu; y los que Le dan culto deben dárselo en espíritu y en verdad.
-Sé que el Mesías -que en griego se dice el Cristo- está al llegar -Le dijo la mujer a Jesús-. Cuando venga, nos aclarará todas las cosas.
-Soy Yo mismo, el que estoy hablando contigo -le dijo Jesús ala mujer.
Jesús le había dicho a la Samaritana que las viejas rivalidades estaban a punto de desaparecer, y que estaba próximo el día en que la controversia acerca de los respectivos méritos del monte Guerizim y del monte de Sión sería irrelevante, porque el que buscara a Dios sinceramente Le encontraría en cualquier parte. A pesar de todo, Jesús aún hace hincapié en el hecho de que la nación judía ocupaba un lugar exclusivo en el plan y en la revelación de Dios.
Los samaritanos adoraban en ignorancia, dijo Jesús. En más de un sentido, aquello era indudablemente cierto. Los samaritanos no tenían más sagrada escritura que el Pentateuco, es decir, los primeros cinco libros del Antiguo Testamento, porque habían rechazado todo el resto. Se habían privado, por tanto, de todos los grandes mensajes de los Profetas y de toda la sincera piedad de los Salmos. Tenían una religión truncada, porque tenían una Biblia truncada. Habían rechazado el conocimiento que estaba a su alcance y que hubieran podido tener.
Además, los rabinos judíos siempre habían acusado a los samaritanos de ofrecerle al Dios verdadero un culto meramente supersticioso. Siempre decían que el culto de los samaritanos no se basaba en el amor y el conocimiento, sino en la ignorancia y el miedo. Como ya hemos visto, los extranjeros que los asirios llevaron . a vivir en Samaria trajeron sus propios dioses (2 Reyes 17:29). Leemos que un sacerdote de Belén fue a decirles que temieran al. Señor (2 Reyes 17:28); pero -lo más probable es que añadieran el Dios de Israel. a la lista de sus dioses, porque. tendrían un temor supersticioso a excluirle. Después de todo, era el Dios de aquella tierra en la que entonces vivían, y podría ser peligroso no incluirle siquiera en su lista de cultos.
En los cultos falsos podemos detectar tres faltas.
(i) Un culto falso es selectivo: se queda con lo que quiere saber de Dios, y omite el resto. Los samaritanos tomaban lo que querían de las Escrituras, y omitían el resto: La religión unilateral es una de las cosas más peligrosas del mundo. Le es muy fácil a cualquiera el aceptar y retener las partes de la verdad de Dios que le interesan y pasar por alto el resto. Hemos visto, por ejemplo, que ciertos pensadores y eclesiásticos y políticos justificaban el apartheid y la segregación racial apelando a ciertos pasajes de la Escritura, mientras olvidaban muchos más que los condenan.
El pastor de una gran ciudad organizó una petición a le clemencia por uno que había cometido un cierto crimen. Le parecía que aquella era una causa en la que la piedad cristiana tenía obligación de intervenir. Sonó su teléfono y, cuando lo descolgó, escuchó una voz femenina que le decía:
-Estoy muy sorprendida de que usted, un pastor evangélico, ponga todo su peso en esta petición de clemencia.
-¿Y qué es lo que le sorprende?
-preguntó él.
-Supongo que usted conoce la Biblia.
-Así lo espero.
-Entonces dijo la voz-, ¿no se da usted cuenta de que la Biblia dice «Ojo por ojo y diente por diente»? Al parecer aquella mujer tomaba la parte de la Biblia que le convenía para su razonamiento, y olvidaba la gran enseñanza de Jesús sobre la misericordia en el Sermón del Monte.
Haríamos bien en recordar que, aunque sabemos que no llegaremos nunca a abarcar todo el orbe de la verdad, debemos proponernos como objetivo la verdad total, sin conformarnos con los fragmentos que nos convengan en nuestra posición.
(ii) Un culto falso es ignorante. El culto debe ser el acceso a Dios de la persona total. Tenemos una inteligencia, y la obligación de ejercitarla. La religión puede que empiece por una respuesta emocional; pero pronto le llega el momento en que hay que razonarla. E. F. Scot decía que la religión es mucho más que meramente un ejercicio intelectual intensivo; pero que, no obstante, una gran parte del fracaso en materia de religión se debe a la pereza intelectual más que a ninguna otra causa. El dejar de pensar a fondo las cosas importantes es ya en sí un pecado. En último análisis, una experiencia religiosa no está a salvo hasta que se puede decir, no sólo lo que se cree, sino por qué se cree. La religión es también esperanza; pero una esperanza que tiene una razón de ser y que no defrauda (1 Pedro 3:15).
(iii) Un culto falso es supersticioso. Es un culto que se da, no por un verdadero sentimiento de necesidad o por un deseo auténtico de hacerlo, sino solamente porque la persona cree que sería peligroso no darlo. Mucha gente se niega a pasar por debajo de una escalera, o a llevar el número 13 en una competición o en un concurso, o a emprender cualquier cosa en martes y trece; y se pondrá nerviosa cuando se le derrama la sal, o se le cruza un gato negro, etcétera, etcétera. No es que crean en esas supersticiones; pero tienen la sospecha de que puede que haya en ellas algo de verdad, y por eso es mejor mantenerse a salvo. Hay muchas personas cuya religión se funda en una especie de temor impreciso de lo que les podría suceder si no tuvieran en cuenta a Dios. Pero la verdadera religión se basa, no en el miedo, sino en el amor de Dios y en la gratitud por lo que Dios ha hecho. Demasiada religión no es más que una especie de superstición ritual para esquivar la posible ira. de dioses impredictibles.
Jesús define el verdadero culto. Dios, dijo, es Espíritu: En cuanto uno se da cuenta de eso, un nuevo haz de luz le envuelve. Si Dios es espíritu, no está limitado a cosas; y, por tanto, el dar culto a una imagen es, no sólo un absurdo, sino también un insulto a la verdadera naturaleza de Dios. Si Dios es espíritu, no está limitado a lugares; y, por tanto, limitar el culto de Dios a Jerusalén o a ningún otro sitio, es poner un límite a Alguien Que, por naturaleza, sobrepasa todos los límites. Si Dios es espíritu, lo que Le ofrezcamos tienen que ser dones del espíritu. Los sacrificios animales y todas las cosas que hacemos los humanos son inadecuados. Las ofrendas que corresponden a la naturaleza de Dios son los dones del espíritu: amor, fidelidad, obediencia, dedicación.
El espíritu es la parte más elevada de la persona humana. Es la porción que permanece cuando la parte física se desvanece. Es la parte que sueña los sueños y ve las . visiones que, a causa de la debilidad y las deficiencias del cuerpo, puede que nunca se hagan realidad. Es el espíritu humano el que es la fuente de sus pensamientos e ideales y deseos más elevados. El verdadero culto es cuando una persona, mediante su espíritu, alcanza la amistad y la intimidad con Dios. El culto genuino no consiste en ir a un cierto lugar, ni en llevar a cabo un cierto ritual o una cierta liturgia, ni en ofrecer ciertos dones. El verdadero culto es cuando el espíritu, la porción invisible e inmortal de la persona, se encuentra con Dios y habla con el Que es invisible e inmortal.
Este pasaje termina con una gran declaración. Se había desplegado ante la Samaritana un panorama tal que la sorprendía y alucinaba. Contenía elementos por encima de su comprensión, maravillosos. Todo lo que pudo decir fue: «Cuando venga el Mesías, el Cristo, el Ungido de Dios, entonces lo entenderemos todo.» Y Jesús le dijo: «Yo, el que estoy hablando contigo, soy el Mesías.» Es como si Jesús dijera que todo eso no es un sueño de la verdad, sino la verdad misma. WILLIAM BARCLAY, COMENTARIO AL NUEVO TESTAMENTO - Tomo 5 -, Evangelio según san Juan